La autoaceptación



Lo primero que hay que hacer para autoaceptarse, es deshacer el mito de que se tiene un solo concepto de sí mismo y que éste es siempre positivo o negativo. Se pueden tener muchas imágenes de sí mismo, y éstas pueden cambiar en distintos momentos. Por ejemplo: si te preguntaran si te gustas a ti mismo tal vez responderías que no, luego de haber agrupado todos los pensamientos negativos que tienes sobre ti.
Para lograr tus objetivos es necesario que analices lo que no te gusta de tu personalidad, y al hacerlo encontrarás el camino para mejorar. Seguramente tienes diferentes opiniones de tu personalidad, las cuales variarán de acuerdo a los distintos puntos de vista: intelectual, físico, emocional o social.
Tienes tu propia opinión acerca de tus aptitudes. Además, tus autorretratos son tan variados como tus actividades, y a través de todo estás tú, la persona a la que aceptas o rechazas. Tú puedes decidir ser valioso para contigo mismo y crear tus propias imágenes; al amarte a ti mismo aprendes a manejar tus sentimientos, y cultivas sólo los positivos.
El ser consciente de tus comportamientos destructivos para corregirlos y actuar de una manera diferente es el primer paso hacia la autoestima, sentimiento que nace a partir de la autovaloración. Esto puede demostrarse en las personas que se han hecho cirugías estéticas exitosas, per internamente no sienten conformidad o alegría. No existe cirugía que pueda trabajar sobre la autoestima aunque parezca que es así; si una persona realmente no se quiere, las distintas variantes para "verse mejor" desde la cirugía estética no podrán ayudarla. Para decidirse a cambiar algo del aspecto personal, hay que pensar primero en que la cirugía estética no alcanza para que el alma esté hermosa.
Sólo sintiéndose bien con uno mismo, es decir aceptándose y amándose, se llegará a un equilibrio tal que, aunque no tenga hecha ninguna cirugía, lucirá excelente.

Lic. Martha Lattanzio

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