Telemedicina: herramienta para la salud y el desarrollo

La Telemedicina -o medicina a distancia- es una actividad multidisciplinaria que asocia las tecnologías de comunicación, información, e instrumental al servicio de la medicina.

Así nació
Sus orígenes son comunes a los de los primeros medios de comunicación surgidos de los avances tecnológicos (teléfono, telégrafo, radio), que facilitaban consultas médicas entre hospitales y lugares alejados. No obstante, tal como se entiende hoy, la Telemedicina se generó sobre todo con el desarrollo espacial. En efecto, la necesidad de evaluar los parámetros médicos a distancia, y de asistir a los astronautas, motivaron el desarrollo de novedoso instrumental. Asimismo, se abrió un campo de investigación relacionado con los efectos ocasionados por las condiciones inusuales que afectan al ser humano en el espacio, ya como sujeto de entrenamiento o como piloto de prueba, o bien durante el propio vuelo espacial. Así se potenció el campo de la automatización, la telerrobótica y los medios telemétricos (miden distancias entre objetos distantes) necesarios. Estos campos son de uso habitual y motivo de desarrollos permanentes para el control de satélites artificiales y sus instrumentos, lo que implica la disponibilidad tecnológica para la Telemedicina. A ello se debe agregar la capacidad de manejo y procesamiento de datos a distancia provenientes de la teleobservación desde satélites (obtención de de imágenes ambientales del planeta; relevamiento geográfico, etc.).
Es propio, entonces, que las agencias espaciales del mundo, aun careciendo de astronautas, posean áreas de Telemedicina.

Un proyecto que une Córdoba con la Antártida
Pueden distinguirse algunos aspectos de la Telemedicina tales como la transferencia directa a la sociedad -al servir al sistema de salud- y la investigación y desarrollo como instrumento para el progreso de la disciplina; todos ellos se interrelacionan.
Al respecto, la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) viene desarrollando un proyecto que contempla estas cuestiones. Para cumplir con esos objetivos diseñó y estableció una red piloto de Telemedicina cuya finalidad es prestar servicios a los médicos, a los hospitales y a los centros de salud ubicados en zonas alejadas dentro de la provincia de Córdoba, y en la Antártida (en una primera etapa). Esto es para asistir a los profesionales que actúan en dichas áreas, generalmente jóvenes que deben tratar con todo género de enfermedades, con las limitaciones y aislamiento que impiden el acceso a consultas periódicas con especialistas de los centros de alta complejidad.
Así, la Red de Telemedicina consiste en un Nodo Central que administra y coordina todas las operaciones y aspectos técnicos de la misma desde su emplazamiento en el Centro Espacial “Teófilo Tabanera”, de la Conae (Córdoba). Además, en este nodo se mantienen archivos, bases de datos, se gestiona la información nacional e internacional relevante y se realizan los desarrollos referentes al software y equipamiento del proyecto.

Cuatro Nodos Principales -el Hospital de Clínicas y la Maternidad de la Universidad Nacional de Córdoba, el Hospital de Urgencias y el Hospital Infantil de la Municipalidad de Córdoba- configuran la base médica del sistema. Estos centros abarcan prácticamente todo el espectro de especialidades médicas, y en ellos existen profesionales, docentes y académicos que pueden ser consultados por los médicos que acceden a la red. La misión principal de estos nodos es la de responder consultas, emitir segundas opiniones, evaluar estudios y análisis especializados, contribuir en diagnósticos e indicar pautas terapéuticas. Otra relevante actividad desarrollada es la formación continua a distancia de profesionales médicos y de la salud en general: se dictan conferencias interactivas programadas de modo regular sobre tópicos médicos de interés regional, o sobre actualizaciones médicas.

Los destinatarios de la actividad de la red son los Nodos Remotos, que abarcan: el Hospital de Villa de María de Río Seco, en el norte; el Centro de Salud de la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) y el Hospital de Huinca Renancó, en el sur; y los hospitales de Mina Clavero y de Morteros, en el oeste y este, respectivamente. En la actualidad, funcionan más de una docena de Nodos Remotos cuyo número crece de modo sostenido. También en nuestra Base Antártica Marambio existe un nodo de la red de Telemedicina.

¿Cómo se utiliza esta red en la consulta médica?
Mediante el ingreso desde un Nodo Remoto, a través de una PC del tipo Pentium, con módem, el profesional se comunica con el Nodo Principal consultando por el caso de su interés.
Para ello dispone de elementos técnicos necesarios para transmitir información, por ejemplo, electrocardiógrafos electrónicos transtelefónicos, provistos por la Conae (de tecnología importada -aunque ya se usan los de desarrollo propio-, como así fonocardiógrafos digitales en etapa de prototipos experimentales). También accede a facilidades para transmitir imágenes (radiografías, tomografías, ecografías, etc.), y a todas las posibilidades que brinda Internet, un servicio que Conae provee a la red.

Desde 1998 se han realizado más de 200 encuentros médicos programados con transmisión de audio, video e imágenes médicas, y varias interconsultas de casos críticos y semicríticos en tiempo real. Asimismo, la página Web del proyecto recibió más de 20.000 visitas desde su reciente publicación.

Este sistema resulta de la cooperación entre los organismos ya mencionados, si bien Conae llevó la iniciativa desde su comienzo, estableciéndolo técnicamente y afrontando la instalación y mantenimiento del hardware principal, software (programas), comunicación satelital permanente entre los Nodos Central y Principales y proveyendo el entrenamiento para su manejo a los integrantes de la red. También existe una componente internacional, el Programa Argonauta, en el que participan la Argentina, Alemania, Chile e Italia, y que es subsidiado parcialmente por la Unión Europea. Por la parte argentina participan la Conae -ejerce la coordinación técnica- y la Universidad Nacional de Córdoba (a cargo de la coordinación médica).

Reflexión final
Nuestro país posee un vasto territorio y una distribución demográfica que dificulta paliar la desigual prestación de los servicios de salud en todo el país. Las excesivas concentraciones urbanas contrastan con las grandes áreas de escasa densidad de población, en general localizadas en un interior demasiado distante, aunque no sólo en lo físico. La distribución del cuidado de la salud, en el orden público como en el privado, sigue el mismo patrón demográfico: sólo una decena de concentraciones poblacionales disponen de gran complejidad médica a nivel de los avances de los países desarrollados. Desde el punto de vista de la salud, la Telemedicina ofrece una posibilidad de mejorar esta situación, y por ende, contribuir con el desarrollo del país. El proyecto aquí esbozado demanda básicamente organización y participación de varios sectores. La tecnología involucrada es relativamente accesible sin grandes inversiones, y es un proyecto viable para los países en desarrollo, como el nuestro. Por el Dr. Roberto F. Sisteró, Gerente de Proyectos de la Conae. Revista “Voces” N° 23, de la Universidad Nacional de Río Cuarto (Córdoba).

Selección y adaptación: Lic. Enrique A. Rabe -Area de Comunicación Social del Centro Regional de Investigación y Desarrollo de Santa Fe (Ceride/Conicet)-.

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