Sección de Orientación de la UPV

Salimos de Valencia con destino a la Puerta del Cielo para hacer esta ruta en el Parc Natural de l’Alt Pirineu siete personas (Oscar, Antonio “Llargui”, Emili, Siba, Nuria, Jordi y Carlos). La ruta es muy bonita, pero muy dura también, así que no se si recomendársela a algún amigo, porque tal vez me deje de hablar…

DÍA 1 (30 de junio de 2009) Ascenso = 1.512 m Descenso = – 622 m

Salimos del camping de Graus (1.340 m) subiendo con pendientes ya algo fuertes desde el principio. La senda pasaba junto a arroyos constantes, con lo que la humedad era bastante elevada. Pasamos por el pueblo abandonado de Naorre y llegamos al Coll de Certascán (2.586 m). Para llegar allí tuvimos que pasar riachuelos de piedra en piedra (algo que sería habitual en toda la ruta); cruzar un laguito; avanzar por la nieve, (cosa que también sería habitual); y pasar por pedreras de bloques de piedras.

Desde el Coll de Certascán decidimos realizar la subida al Pic de Certascán (2.852 m) sin las mochilas, dejándolas allí a la intemperie. Hasta ese momento había hecho bastante buen tiempo, con calor, pero desde el collado se veía como llegaba una tormenta con muy mala pinta.

Para subir no había camino en su parte final debido a que pasaba por una pedrera de guijarros en su parte baja y de bloques en su parte más alta, pero como veíamos el hito de la cumbre subimos por libre. Las vistas desde la cima eran espectaculares: se veía a kilómetros y kilómetros a la redonda… una pasada.

Tras bajar de la cima, recuperamos las mochilas (sin mojarnos, por suerte) y bajamos hacia el Refugio de Certascán (junto al lago que lleva su nombre, que según parece, es el lago natural más grande del pirineo). Durante la bajada habían varios barrancos en deshielo que nos proporcionaron agua para rellenar nuestras vacías botellas.

En el Riuet de la Serra Plana tuvimos el primer incidente de importancia, aunque finalmente no tuvo mayor influencia en la ruta. Para cruzarlo teníamos que dar un salto de 1-1,5 m entre 2 piedras, algo nada complicado, pero en el instante en el que Oscar se disponía a saltar, debido a la humedad de la roca y las botas, resbaló, cayendo al agua y golpeándose el pecho con una roca.

Se hizo bastante daño y puesto que estabamos bastante cerca del Refugio de Certascán (2.230 m) decidimos pasar la noche allí y esperar a que el día siguiente se levantara mejor.

DÍA 2 (1 de julio de 2009) Ascenso = 940 m Descenso = – 924 m

Tuvimos un buen tramo de bajada de salida, con senda, bien señalizado y sin excesiva pendiente, vamos, un buen calentamiento. Aquí nos encontramos ante nosotros una fuerte subida que nos devolvió a la realidad de la ruta, subiendo a los 2.211 m pasando por un collado de la Serra de Llurri. De allí bajamos a los Estanys de Romedo hasta unos 2.000 m, una zona realmente bonita.

Desde estos lagos remontamos el río de Guiló para dar un giro a la derecha para subir al Port de l’Artiga (2.478 m). A partir de este giro el camino se hizo más difícil de distinguir al pasar nuevamente por pedreras y nieve con pendientes medias pero con dificultad de avance debida al terreno. Llargui tuvo un minisusto al clavarse en la nieve hasta la ingle, sin ninguna consecuencia. Siba seguía decantándose por la subida por la nieve sin crampones… cosa que tal vez fuera la más inteligente puesto que la nieve no tenia hielo, mientras los demás hacíamos de cabras por las piedras.

Cuando llegamos arriba del puerto, que coincidía con la frontera con Francia, y dado mi amor al país vecino, me adentré un poco en el país y me escondí entre los bloque de piedras (que llegaban a los 2-3 m de lado) y les rendí mi más sincero homenaje…

Tras la bajada volvimos a girar a la derecha para subir al Pointe de Recós (2.447 m). Nos costó un poco encontrar el camino, y cuando lo teníamos lo perdíamos fácilmente en las pedreras. Y además estaba la notable pendiente de subida que teníamos…

La bajada del Pointe de Recós tenía mucha pendiente y no había camino para bajar (o no lo encontramos). Bajamos hasta los 2.050 m para comenzar a subir ligeramente a media ladera, y poco a poco con más pendiente. Veíamos el refugio muy cerca, pero no podíamos llegar a él sin dar un importante rodeo debido a la existencia de un espectacular barranco imposible de cruzar llamado Valleta de Barz. Así que tuvimos que remontar la montaña (2.270 m) hasta superar el refugio y buscar el paso para llegar allí (tal y como ponía el mapa, eso sí).

Pero todavía nos quedaba pasar el barranco helado. Tuvimos que descender por las rocas (resbaladizas y con bastante pendiente) para bajar a su fondo y cruzar la nieve. ¡Pero esto era lo fácil! Después teníamos que subir al otro lado del barranco: el paso era bastante difícil, ya que teníamos que escalar. Teníamos la ayuda de un cable de acero que había anclado a la roca.

Tras subir al otro lado del barranco (2.260 m), llegamos enseguida al Refugio de Pinet (2.246 m). Habían unas nubes muy feas en la cima que presagiaban lluvia y, si saliamos hacia la Pica d’Estats necesitábamos encontrar un sitio donde acampar tras la subida (teníamos que avanzar al menos otros 2-3 km tras la cima con mucho desnivel para llegar a algún sitio donde poder acampar). Y no teníamos tanto tiempo, además, que nos perderíamos las vistas desde la cima. Así que decidimos quedarnos en refugio otra noche…

DÍA 3 (2 de julio de 2009) Ascenso = 2.065 m Descenso = – 2.111 m

Salimos del Refugio de Pinet en dirección al punto más alto de nuestra ruta, la Pica d’Estats (3.143 m). Así, teníamos que pasar nuevamente por el lateral de la Valleta de Barz. Estaba todo bastante nevado y teníamos que ir abriendo el paso existente por la nieve que había quedado algo helado por el frío de la noche.

Tras llegar al Etang d’Estats, giramos hacia el Etang de Montcalm, en continuo ascenso alterno por nieve y zonas rocosas hasta llegar al Coll de la Cometa (2.905 m). Allí dejamos las mochilas y subimos a la cima libres de peso. Era la Pica d’Estats, en la frontera de España y Francia, con unas vistas impresionantes…

De aquí volvimos a bajar a recoger las mochilas y sin pausa continuamos la ruta hacia España. El paso de vuelta era cruzando el Port de Sotllo (2.893 m), pero para llegar a él nos encontramos con uno de los tramos más peligrosos de la ruta.

Teníamos que descender antes de ascender nuevamente para pasar el Port de Sotllo, pero la única ruta era cruzando una pala de nieve bastante inclinada que acababa en un lago glaciar, y cualquier resbalón te llevaba sin remedio al lago. No tuvimos ningún resbalón, tan solo nos hundimos en la nieve en alguna ocasión.

Así conseguimos llegar al Port para realizar la bajada ya por lado español, con las mismas dificultades que en la subida, alternando palas de nieve bastante inclinadas con tramos de roca. Nuevamente, antes de cruzar la frontera, volví a recordar a los franceses desde lo más profundo de mí y les volví a dejar otro recuerdo…

En esta bajada fue donde tuvimos el susto mayor del viaje: Nuria resbaló en una de las palas de nieve y deslizó más de 50 m por la nieve… Nos asustamos bastante, pero pudo seguir sin problemas. Así finalizamos la bajada de la Coma d’Estats, y nos despedimos de la nieve llegando al Estany d’Estats y al Estany de Sotllo.

A partir de este momento volvimos a encontrarnos con los barrancos y con las operaciones ya olvidadas de saltar de piedra en piedra para cruzarlos debido a su caudal, así como con arbustos y bosques para ir bajando hasta el Refugi de Vallferrera (1.905 m).

Aquí comimos un bocata y continuamos con la ruta descendiendo hasta el río de la Noguera de Vallferrera hasta una cota mínima de unos 1.730 m. Desde allí comenzamos la subida hasta el Coll de Baborte o de Sallente, pasando previamente por el refugio de Bassello (una simple cabaña), el Estany de Baborte y el refugio de Baborte (un refugio no vigilado con literas).

Llegado este punto íbamos bastante cansados pero como aún quedaban muchas horas de luz decidimos continuar hasta la Cabaña de Boldís. Así que pasamos el Coll de Baborte (2.487 m) y bajamos hasta la coma de Sallente hasta unos 2.350 m para girar a la izquierda y dirigirnos hacia el Coll de la Llaguna (2.596 m).

Aquí llegó el único tramo cómodo y llano de toda la ruta: un tramo de cresta muy fácil que nos condujo hasta la Roca Cigalera (2.668 m) primero y en suave descenso hasta la Collada de la Ribera (2.454).

Desde aquí ya descendimos hasta la Cabaña de Boldís (2.200 m), cabaña medio en ruinas situada junto a una zona semipantanosa muy próxima a la zona donde acampamos esa noche.

DÍA 4 (3 de julio de 2009) Ascenso = 240 m Descenso = – 1.100 m

El último sólo nos quedaba bajar hasta Tavascán y la subidita final hasta el camping. La bajada se desarrolló de vuelta a un bosque muy denso y muy húmedo lleno de pequeños barrancos…

Así, llegamos a Tavascán (1.100 m) donde lo primero que hicimos fue sentarnos en el primer bar a tomarnos algo, que nos lo habíamos ganado. La última subida, junto al río de Tavascán, sobre el que estaba en el pueblo un bonito puente de piedra de medio punto, la hicimos bastante rápidos, llegando al camping de Graus (1.340 m) alrededor de las 11:00 h, habiendo superado el reto con éxito.