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2. ANTECEDENTES

Los recursos forestales de Panamá están constituidos por los bosques naturales, las plantaciones establecidas y por las áreas con suelos de aptitud forestal y ahora dedicadas a otros usos. Parte de estos recursos conforman el patrimonio forestal del Estado, el cual está constituido por todos los bosques naturales, las tierras sobre las cuales están estos bosques, por las tierras estatales de aptitud preferentemente forestal y las plantaciones forestales establecidas por el Estado en terrenos de su propiedad.

En 1950 aproximadamente el 70% de la superficie del territorio nacional estaba cubierta de bosques (5,3 millones de hectáreas), estimándose que para 1998 la superficie cubierta de bosques se reduce al 40,4% (3,05 millones de hectáreas), de este total se considera como bosques de producción un remanente de 350 mil hectáreas, la diferencia la constituyen las “Áreas Protegidas” y cuerpos de aguas (Sistema de Información Geográfica, 1996).

Este panorama es el reflejo del uso inadecuado a que fueron sometidos estos recursos y como resultados tenemos entre otras situaciones, la existencia de más de dos millones de hectáreas de terreno en proceso de degradación, sobre los cuales no se desarrolla actualmente ninguna actividad rentable, sin embargo tienen gran potencial para la reforestación con fines industriales de los cuales existen ejemplos evidentes en la cordillera central del país. (Hurtado Manuel. Seminario Taller. La reforestación en Panamá. Siguatepeque, Honduras, Julio 1999)

Actualmente disponemos de una aproximación sobre las áreas prioritarias para la actividad de reforestación, las principales especies forestales y las zonas de vidas como resultado de los trabajos de investigación.

2.1. Características Socio – Economicas y Fitogeograficas

2.1.1. Posición Geográfica de Panamá

La república de Panamá, se ubica geográficamente entre los 7º 12’ 07” y 9º 38’ 46” de Latitud Norte y entre los 77º 09’ 24” y 80º 03’ 07” de Longitud Oeste. Limita al Norte con el Océano Atlántico o Mar Caribe, al Sur con el Océano Pacífico, al Este con la república de Colombia y al Oeste con la república de Costa Rica.

El territorio de la república de Panamá comprende la superficie terrestre, el mar territorial, la plataforma continental submarina, el subsuelo y el espacio aéreo entre Colombia y Costa Rica, de acuerdo a los tratados de límites celebrados por Panamá con dichos Estados.

2.1.2. Información socio – económica

Los aspectos socioeconómicos más relevantes de la república de Panamá, serán abordados de forma breve, haciendo sobre algunos indicadores que nos permitan transmitir una idea clara del estado actual de la economía panameña y de los sectores más importantes, alrededor de los cuales se han desarrollado históricamente las principales actividades económicas del país.

Seguidamente, hago una descripción general de la situación social del país, haciendo énfasis en los niveles de pobreza, educación, salud y seguridad social; no perdiendo de vista los avances sociales que se vivieron en Panamá en las últimas décadas, los objetivos y lineamientos estratégicos de las actuales políticas sociales. Como aspecto de mayor interés en el ámbito del presente Trabajo, veremos lo referente al sector forestal, que en el caso panameño, es catalogado como un subsector dada su poca participación (menos del 2% ) en el Producto Interno Bruto Nacional (PIB). El tema forestal lo analizaré también desde la perspectiva social y económica, destacando datos económicos que nos muestran su comportamiento en lo últimos años (principalmente en la década de los 90), señalando el resumen sobre los aspectos económicos de Panamá que se fundamentan a partir de tres fuentes o informes oficiales:

La Economía Panameña: situación y perspectivas, Ministerio De Economía y Finanzas, septiembre de 2000; Informe del Contralor General de la República, marzo de 2000 y el Informe Económico Anual, Ministerio de Economía y Finanzas, diciembre de 1999.

La economía panameña registró en 1999 un crecimiento de 3,2%, de acuerdo con el cambio anual mostrado en el Producto Nacional Bruto a precios de 1982, aunque este crecimiento es menor comparado con 1998, cuando fue 4,1%, el mismo fue positivo (Contraloría General de la República de Panamá, Dirección de Estadística y Censos, octubre 2000 “Panamá en Cifras”).

En este período, el desempeño se debió a actividades asociadas con el sector externo, tales como la recuperación de la exportación de bananos y los servicios portuarios; y por aquellas relacionadas con la economía interna, entre las que sobresalieron el cultivo de granos y cereales, la avicultura, la manufactura de materiales de construcción, refinación de petróleo, la generación hidráulica de electricidad, la actividad de la construcción, el comercio, las telecomunicaciones, los bancos, los servicios informáticos, publicitarios de radio y televisión (Contraloría General de la República, Dirección de Estadística y Censos, Octubre 2000 “Panamá en Cifras”).

Por otro lado, las actividades económicas que mostraron tasas negativas de crecimiento se encuentran los cultivos hortícolas, ganadería vacuna, exportación de camarones, pesca industrial, extracción de sal, manufacturas de alimentos, prendas de vestir, papel, muebles, colchones, generación de energía térmica y principalmente las operaciones comerciales de la Zona Libre de Colón (Contraloría General de la República, Dirección de Estadística y Censos, Octubre 2000 “Panamá en Cifras”). Para el año 2001, las perspectivas de crecimiento son favorables.

El Ministerio de Economía y Finanzas mantiene las expectativas de crecimiento que oscilan entre el 3,9% y el 4,3%. Sin embargo se tienen ciertas preocupaciones en cuanto al entorno internacional respecto a la normalización del precio del `petróleo, la baja de las bolsas de valores y la desaceleración del crecimiento estadounidense que indirectamente puede afectar a Panamá.(Ministerio de Economía y Finanzas. Informe Económico Anual. Panamá, diciembre de 2000 ).

2.1.3. Información Fitogeográfica

Panamá posee una extraordinaria biodiversidad que es el resultado de su historia geológica (Estrategia Nacional de Biodiversidad. Febrero 1999). Por ser la última porción del Istmo centroamericano que emergió de las aguas hace 3,5 millones de años, el país se convirtió en la porción de tierra firme que permitió el intercambio entre los organismos vivientes del norte y del sur. El istmo también fue la barrera que por primera vez separó los organismos en los océanos Atlántico y Pacífico, los cuales se diversificaron debido al aislamiento geográfico y a la extinción de ciertas especies que no pudieron adaptarse a las nuevas condiciones ambientales (Estrategia Nacional de Biodiversidad. Febrero 1999).

A pesar de que Panamá no ha adoptado un sistema de clasificación de ecosistemas que permita realizar una evaluación adecuada de su riqueza natural, se sabe que existen en el territorio nacional 12 zonas de vida de las 30 que existen en el mundo (Holdridge, 1992). Hasta el momento se han reportado para Panamá entre 1 300 a 1 900 especies endémicas, (Garibaldi, 1998; Correa y Valdespino, 1998) la mayor de las cuales han sido incluidas en los listados de especies amenazadas.

Esto se debe principalmente a que la mayoría de las especies endémicas están restringidas a hábitat locales y por lo tanto susceptibles a cualquier actividad que perturbe dichos hábitat.

A pesar de la importancia que la diversidad biológica tiene para el país, esta comienza a dar señales de deterioro y degradación. Estimaciones preliminares, indican que de las plantas con flores, alrededor de 65 especies se encuentran en peligro crítico y otras 1 041 en peligro localmente (Estrategia Nacional de Biodiversidad, Febrero 1999).

Las causas del deterioro de la riqueza biológica específicamente forestal del país son múltiples y obedecen a procesos muy complejos y la mayor parte de las veces muy interrelacionados.

Además de la pérdida de la cobertura boscosa per se, la fragmentación del bosque está provocando el aislamiento de poblaciones de especies silvestres a estos remanentes boscosos. Consecuentemente se está dando un proceso de degeneración genética, especialmente en especies de fauna mayor, que en última instancia puede provocar la extinción de estas especies.

La extracción selectiva de ciertas especies vegetales, está conduciendo a la extinción regional de ciertas especies vegetales. Según Garibaldi (1998), se ha estimado que existen más 100 especies nativas con potencialidades de usos maderables pero solo poco menos de 15 son comercializadas. Esto ha significado la sobreexplotación de maderas preciosas locales y la subutilización de otras especies. Son conocidos los ejemplos de la disminución y en algunos casos la extinción local de especies como la caoba, cedro espino, cedro amargo, nazareno, quira, amarillo, etc.

2.2. Situación de los Recursos Genéticos Forestales

2.2.1. Información Ecológica

Panamá es un país completamente tropical. Presenta solamente un margen latitudinal de 2º25’, que comprende desde la latitud 7º12’ hasta los 9º37’ Norte, cayendo centralmente dentro de la región latitudinal Tropical, bajo el sistema de Zonas de Vida o dentro de los “Trópicos Interiores”, según la mayor parte de los climatólogos (Tosi, 1971), presenta 12 zonas de vida, de las cuales se hace un breve resumen adelante:

2.2.1.1. Bosque Húmedo Tropical

Se encuentra presente tanto en la vertiente Atlántica como Pacífica del país, específicamente en las provincias de Panamá, Colón, Coclé, Darién, Chiriquí, Veraguas, Bocas del Toro, Los Santos.

Es reemplazado por asociaciones del Pre- montano Húmedo en las tierras bajas con altitudes encontradas entre los 300 a 400 metros, o dependiendo de la rapidez con que aumente la precipitación con relación al descenso de la bio-temperatura debido a la elevación de la planicie interior y áreas montañosas por el Bosque Muy Húmedo Tropical.

Realizando un cálculo preliminar en el mapa de Zona de Vida, su extensión total en el país se acerca a los 24 530 Kilómetros cuadrados, es decir que ocupa un 32% de la superficie total del país.

Figura 1 : cobertura boscosa, años 1947, 1986 y 1992

Las áreas abruptas como las pendientes fuertes que deberían estar reservadas para uso forestal o utilizarse juiciosamente para cultivos arbóreos permanentes, están siendo utilizadas para otros fines como la ganadería extensiva y la agricultura migratoria.

La mayor parte de esta zona de vida al norte de la división continental se caracteriza por planicies de pendientes leves, ideales para el crecimiento de muchas especies forestales tropicales de valor comercial mundial, son tierras bien drenadas o que pueden drenarse transformándose en optima para la agricultura actual o futura, o bien para que queden disponibles para el uso forestal.

Las planicies costeras inundables de la provincia de Bocas del Toro que tienen un potencial significativo, su uso debe ser restringido a especies adaptadas a éstas condiciones como el Cativo (Prioria copaifera) y Orey (Camnosperma panamensis), sin embargo, la accesibilidad a las mismas actualmente es muy limitado.

En vista de su gran extensión dentro del país y la variedad de su geología, relieve y las condiciones atmosféricas encontradas, se dan muchas asociaciones distintas dentro de la zona de vida del Bosque Húmedo Tropical; sólamente en Darién, al Este de la provincia de Panamá y parte del litoral Atlántico se encuentran diferentes asociaciones que mantienen aún su cobertura forestal original, encontrándose muchas de éstas dentro del Sistema Nacional de Areas Protegidas y en áreas comarcales e indígenas.

Actualmente se encuentran extensas áreas de ésta zona del bosque natural maduro y el cual presenta diferentes estratos en la provincia de Darién, al Este de Panamá, algunas partes de Boca del Toro (especialmente en las Islas), en la Cuenca del Canal de Panamá y en algunas de las islas mayores fuera de la costa como Coiba. El Estado debe investigar y definir cuánto de este bosque se encuentra en su clímax y no ha sido intervenido como medida para determinar el potencial forestal del país.

Las asociaciones en estas zonas de vida incluyen un número plural de especies arbóreas si se consideran colectivamente. Hay diferencias regionales mayores en cuanto a la composición por especie, que reflejan simplemente la extensión geográfica del país y su posición como puente entre América central y del Sur.

Sin embargo, muchas especies que se dan en asociaciones del Bosque Húmedo Tropical, se encuentran también en otras zonas de vida conformando otros tipos de asociaciones o tipos de cubiertas, lo que hace difícil caracterizar las zonas de vida por las especies presentes en las mismas. Por las características que presenta esta zona de vida se estima que más de 450 especies lo conforman, y se distribuyen en forma local como regional con variaciones en la composición por especie y en las proporciones de las especies en el bosque mixto.

En esta zona se encuentra la mayor parte de las especies comerciales y potencialmente comerciales que son aprovechadas y comercializadas en los mercados nacionales e internacionales.

2.2.1.2. Bosque Seco Tropical

El Bosque Seco Tropical es un bio clima sub húmedo y cálido que ocupa un área relativamente limitada en Panamá, unos 5 630 kilómetros cuadrados (7% del territorio nacional). Aparece solamente en el lado Pacífico ocupando posiciones de tierras bajas en Panamá Central y oeste, Coclé, Herrera, y en la provincia de Los Santos. Una pequeña parte existe también en la península de Garachiné en Darién. En las provincias de Coclé, (cerca de Penonomé) y de Los Santos aparecen elevaciones que fluctúan entre los 100 y 200 metros sobre el nivel del mar. La precipitación en esta zona de vida se da entre los 1 100 a 1 650 mm, en promedio.

El Bosque Seco Tropical, ha sido en su mayoría totalmente despojado de su cobertura forestal natural original, excepto en los manglares estuarios y entradas costeras.

Las especies forestales prácticamente han desaparecido siendo utilizadas estas aparentemente para la venta y fabricación de muebles u otro uso doméstico, construcción o para las cercas de las fincas. Esta situación ha llevado a una minúscula parte de los propietarios de éstas tierras a plantar sus propios árboles, especialmente cedro amargo (Cedrela odorata ), a lo largo de cercas y próximos a su vivienda. Otras especies encontradas en esta zona son el cedro espino (Bombacopsis quinatum ), caoba ( Switenia macrophyla var humilis), algarrobo (Hymenaea courbaril) roble (Tabebuia pentaphylla), corotú (Enterolobium cyclocarpum), y otras más.

2.2.1.3. Bosque Seco Premontano

Se encuentra hacia el lado del mar de la gran zona de vida Tropical Seca, encontrándose tierra adentro del Golfo de Panamá, en Coclé, Herrera y Los Santos. El área tiene una superficie de 2 070 kilómetros cuadrados representando el 3% del territorio nacional. La precipitación en todas partes es menor de 1 100 mm llegando a ser tan baja como de 900 mm.

Los suelos de esta zona de vida son generalmente excelentes, ya que ocupan terrenos mayormente nivelados con pendientes suaves, excepto en los manglares, los cuales han sido saqueados y se encuentra arruinados no queda ningún remanente de la vegetación original natural y aún son relativamente escasas pequeñas trazas de vegetación natural secundaria.

La vegetación original fue probablemente bosque deciduo de mediana a baja estatura y relativamente abierto, con una flora limitada y bastante especializada. Muchas de las especies están aún en evidencia, mayormente en estado inmaduro, a lo largo de las cercas y dispersas en las áreas de pastizales donde han sido dejadas para el descanso de los animales que en estos pastorean. Es una zona que puede ser caracterizada como no agrícola.

2.2.1.4. Bosque Húmedo Premontano

La zona de vida del Bosque Húmedo Premontano no está bien representado en Panamá. La clasificación realizada por Tossi, (1971), identificó que esta zona ocupa aproximadamente 2 400 kilómetros cuadrados, algo así como un 3,5% de territorio nacional pero casi toda cae en transición con el Bosque Húmedo Tropical, excepto por un estrecho tramo en las laderas sobre Santa Fé en Veraguas.

La vegetación original de esta zona de vida no se encuentra en ningún lugar de la república de Panamá excepto quizás algunos remanentes pequeños que quedan en la costa norte de Garachiné en la provincia de Darién. El bosque de hábito semi deciduo, fue probablemente de altura mediana muy abierto en el sotobosque, se presume que contenía gran porcentaje de madera de gran valor comercial en la industria de ebanistería. Entre las especies forestales nativas que prosperan aquí en las secciones de transición cálida son las que se desarrollan en el Bosque Seco Tropical y en el Bosque Húmedo Tropical y de valor comercial en el mercado como lo son: algarrobo (Hymenaea courbaril), caoba (Swietenia macrophylla), cedro espino (Bombacopsis quinatum), guayacán y robles (Tabebuia chrysantha y T. pentaphylla), corotú (Enterolobium cyclocarpum), quira (Platymiscium pinnatum), entre otras.

2.2.1.5. Bosque Muy Húmedo Premontano

Esta zona le sigue en extensión al Bosque Húmedo Tropical, totalizando 15 200 kilómetros cuadrados, lo cual representa un 18% de la superficie del territorio nacional. Presenta áreas grandes y continuas tanto en el norte como en el sur de la división continental, encontrándose la mayor parte de esta en el lado Pacífico. La línea de elevación superior de ésta formación se da entre los 1 300 a 1 600 metros sobre el nivel del mar con una bio – temperatura media anual de unos 17,5 ºC y una precipitación promedio entre los 2 000 a 4 000 mm.

Se encuentra ampliamente distribuida en la región del Pacífico, principalmente en la provincia de Darién, Este de Panamá y Veraguas.

Los bosques de tierras elevadas que ocupan principalmente suelos erosionables de baja fertilidad son altos como los encontrados en el Bosque Húmedo Tropical, con una densidad mayor, tronco más delgado y la copa de los dominantes son menos anchas y desparramadas, más redondeadas y compactas. Los rodales contienen generalmente más especies perennifolias en todos los niveles y la estratificación es menos pronunciada.

Estos bosques en su condición de madurez, son la base para el inicio de la ordenación del uso sostenible, sin embargo, es necesario la implementación y aplicación de investigaciones científicas para definir el grado y métodos para su aprovechamiento y posterior manejo.

2.2.1.6. Bosque Muy Húmedo Tropical

Esta zona de vida es uno de los mejores bio climas para uso forestal. Ocupa una área significativamente grande en Panamá, alcanzando unos 10 900 kilómetros cuadrados o sea 13,4% del territorio nacional, representado en bloques grandes, continuos o en fajas, a elevaciones generalmente bajas a lo largo de la costa del Caribe, y en la parte oeste de la Península de Azuero, en la Sierra de Cañazas, en la Cordillera costera desde el norte de la ciudad de Panamá, hasta la frontera con Colombia y en los Valles montañosos adyacentes al Chocó colombiano en Darién. Areas, más pequeñas pero significativas se presentan en Chiriquí cerca de la frontera con Costa Rica y en la cordillera del Tabasará en el este de Chiriquí y oeste de Veraguas. A diferencia de las zonas de vida descritas anteriormente, la mayor parte de esta zona de vida aún presenta su cubierta de bosque alto virgen maduro o secundario, sin embargo, está siendo objeto de los procesos de colonización (Alto Chucunaque, Darién).

El bosque natural presenta una variedad de asociaciones que se encuentran en planicies y filos bien drenados y cuestas convexas superiores, con estratos bien definidos y una rica variedad de especies conformadas por arbóreas, arbustivas leñosas, epifitas lianas, heliconias y otras más.

Es prácticamente imposible el intento de elaborar una lista completa de las especies que se puedan encontrar en esta zona de vida, cuando localmente hay hasta 150 o más especies en una asociación dada.

2.2.1.7. Bosque Pluvial Premontano

De las tres zonas de vida del bosque Pluvial de Panamá este es el más extenso en área e incluye alrededor de 9 975 kilómetros cuadrados o sea el 12,6% del territorio nacional. Excepto por un área de transición cálida en la cabecera de la Cuenca del Río Jaqué provincia de Darién, la formación ocurre a elevaciones un poco superiores a 400 metros sobre el nivel del mar y hasta 1 400 metros sobre el nivel del mar, en terrenos empinados y laderas semi –montañosas.

El bosque natural y probablemente virgen persiste en casi toda esta área, con excepción de las áreas que se encuentran con buena accesibilidad física como es el área de Cerro Azul en la provincia de Panamá, áreas ocupadas por poblaciones indígenas en la cordillera del Tabasará, provincia de Veraguas y en la provincia de Chiriquí sobre suelos volcánicos. Este tipo de vegetación incluye algunas especies propias de tierras de mayor altitud, con árboles que presentan usualmente 30 y hasta ocasionalmente 40 m de altura, con troncos generalmente rectos, relativamente de poco diámetro pero con presencia de numerosos árboles con diámetros comerciales; se caracteriza por su alta densidad, lo que dificulta apreciar los estratos presentes.

2.2.1.8. Bosque Pluvial Montano Bajo

Esta zona de vida se desarrolla por encima de los 1 300 metros sobre el nivel del mar (msnm) y reemplaza la flora del Bosque Pluvial Premontano, caracterizándose el bosque por el decrecimiento en la altura total y en la densidad del sotobosque, única diferencia con relación al Bosque Premontano.

Ocupa las laderas superiores de los picos más altos de la provincia de Chiriquí (2 400 a 2 700 metros sobre el nivel del mar), el área total implicada es comparativamente pequeña, unos 2 300 kilómetros cuadrados o sea el 3,2% del territorio nacional.

Estas áreas son estrechas y siguen las principales divisiones de agua y debido al relieve sus laderas son abruptas. La vegetación existente es prácticamente bosque virgen.

2.2.1.9. Bosque Muy Húmedo Montano Bajo

El Bosque Muy Húmedo Montano comprende áreas que están siendo desarrolladas como áreas de recreación y descanso. Esta zona presenta muy pocas oportunidades para el uso forestal en cualquier escala.

2.2.1.10. Bosque Muy Húmedo y Pluvial Montano

El Bosque Pluvial Montano y posiblemente pequeñas áreas del Muy Húmedo Montano, ocurren en Panamá a elevaciones generalmente que sobrepasan los 2 400 metros snm. El área total suma unos 1 185 kilómetros cuadrados del territorio nacional.

En cuanto al Estado concierne, no le concede importancia económica a ésta zona de vida, debido a las condiciones ambientales y el difícil acceso a las mismas. Se ha podido comprobar que la vegetación virgen cubre prácticamente toda el área clasificada siendo el valor de la misma el de proteger y regular el régimen hidrológico, por lo que gran parte de la misma ha sido incluida dentro del Servicio Nacional de Áreas Protegidas en su categoría especiales.

2.2.2. Utilización de Especies Forestales Nativas

En los bosques de Darién y Panamá Este, se concentra el potencial de los recursos forestales del país y prácticamente abastecen en un 95% el mercado nacional de materia prima. En la década de los ’90 se otorgaron un total de 28 Concesiones Forestales sobre una superficie de 66 150 hectáreas con contratos cuya duración era de cinco años y con derecho a una prórroga de dos años. En este período se otorgó para su aprovechamiento un volumen total de 398 915 metros cúbicos (Autoridad Nacional del Ambiente, 1999).

Las actividades forestales de los concesionarios se realizan en bosques naturales de propiedad del Estado y se encuentran distantes de comunidades a excepción de los que se dan en áreas indígenas, cuyos dirigentes, exigen la contratación de sus habitantes en las operaciones de extracción.

Al no contarse con un ente gubernamental o privado que lleve las estadísticas relacionadas con el uso de los productos forestales extraídos de los bosques naturales de Panamá, es imposible exponer cifras concretas.

Al ser utilizada comercialmente la madera en rollo, extraída por los concesionarios, se estima que el 35% de la materia prima es catalogada como desperdicio o desechos en los aserraderos grandes, el resto se comercializa en los diferentes establecimientos en todo el territorio nacional y parte de ésta es exportada. La madera semiprocesada (en su mayoría cuadrados), proveniente de los permisos de subsistencia o especiales, es comercializada en los talleres de ebanistería y pequeñas fábricas de muebles.

La industria de transformación forestal panameña, está constituida esencialmente por aserraderos, fábricas de tableros, talleres de ebanistería y carpintería, en calidad de microempresarios. La fuente de materia prima proviene mayormente de los bosques naturales localizados en la Provincia de Darién.

Cifras estadísticas de la Contraloría de la República indican que el país percibe menos del 1% de su Producto Interno Bruto, como resultado de las actividades forestales que se realizan en el País.

Información preliminar obtenida en el Servicio de Administración y Desarrollo Forestal refleja que del año 93 a junio del 2000, como resultado de las actividades de aprovechamiento forestal, se extrajo de los bosques naturales un total de 307 317 m3 de madera, con valor bruto estimado de 50 512 449,86 balboas (Contraloría General de la República de Panamá. Dirección de Estadística y Censos – Octubre de 2000 “Panamá en Cifras”).

La cifra antes mencionada, no considera los subproductos que son extraídos de los bosques naturales panameños, como la madera utilizada por artesanos talladores ni el valor de las piezas confeccionadas, tampoco contempla la madera utilizada por los campesinos e indígenas para construir sus viviendas, ni la extracción de especies medicinales del bosque y otras más, cifras estas que prácticamente no son registradas por Estadísticas y Censos de la Contraloría General de la República y la ANAM (Autoridad Nacional del Ambiente/ Panamá en Cifras – Panamá 2000).

2.2.3. Manejo Forestal – Tratamientos

En Panamá, el manejo forestal ha estado limitado por la pérdida de los bosques nativos, como consecuencia de la expansión de la frontera agropecuaria (INRENARE, 1993). Lo anterior ha ocasionado una disminución de la superficie forestal, de tal magnitud que actualmente la disponibilidad de bosques para la producción de bienes forestales se ha reducido drásticamente.

En 1986 el país inició gestiones encaminadas a emprender una administración forestal que permitiera el manejo y conservación de los bosques naturales. Esta iniciativa se desarrolló en el marco del Programa de Acción Forestal de la FAO y permitió la elaboración de una estrategia nacional denominada Plan de Acción Forestal de Panamá (PAF-PAN).

Lamentablemente, este plan fue ejecutado en menos del 40% debido al escaso interés que se le prestó y al bajo perfil político con que fue concebido. Incuestionablemente, las razones de esta baja ejecución se vincularon a deficiencias en la estrategia de dicho plan en lo referente a su promoción a nivel político, sumado a lo anterior, el referido plan por lo que ya no se contemplaron acciones que afrontaran de manera concreta, las causas de la deforestación.

Sin embargo, con su ejecución se logró un notable avance en el mejoramiento de una conciencia nacional sobre la conservación de los recursos naturales y del ambiente y se marcó el inicio de un positivo proceso jurídico-institucional, que ha derivado en un fortalecimiento y reconocimiento de la capacidad de gestión de la institución responsable del sector forestal del país y ha conducido a la adecuación del marco regulatorio en materia de recursos forestales, en el cual se instituye el manejo forestal sostenible.

En este contexto, en 1992 se aprueba la ley de incentivos a la reforestación, con el propósito de incorporar tierras deforestadas a la producción forestal. En 1994 se aprueba la nueva ley forestal, con la cual se institucionaliza el manejo forestal sostenible y se dota al país de un marco legal adecuado al desarrollo forestal. En 1998 se aprueba la ley general del ambiente que establece un marco regulatorio en el que se introducen elementos de ordenamiento territorial y de la gestión ambiental y de recursos naturales que deben marcar las pautas en el desarrollo de actividades productivas.

No obstante, a pesar de la existencia de un marco legal adecuado para la gestión forestal sostenible, aún persiste la ausencia de manejo forestal en los bosques naturales y lo más preocupante se vincula a la acelerada tasa de deforestación que hasta 1992 alcanzaba la cifra de 51 000 hectáreas anuales. Si bien no se dispone de estudios recientes sobre la cobertura boscosa del país, se estima que la deforestación en la actualidad podría oscilar en torno a las 45 000 hectáreas por año (Autoridad Nacional del Ambiente, 1999. Estrategia Nacional del Ambiente. Recursos Forestales de Panamá: Análisis de la situación actual. Panamá).

Unos de los principales motivos del deterioro forestal es el uso indiscriminado del fuego, ya que los procesos permanentes de colonización, la creación de nuevos centros poblacionales, la habilitación de nuevas carreteras, los cambios de uso del suelo, las tradicionales prácticas agrícolas y pecuarias, inciden en la generación de incendios forestales, que se realizan sin el debido control en predios agropecuarios colindantes a terrenos forestales o áreas boscosas causando daños irreparables, aunado a esto la población civil continúa con practicas irresponsables y negligentes como actitudes incendiarias, cazadores, fumadores.

2.3. Manejo de los Recursos Genéticos Forestales

2.3.1. Actividades de Conservación In situ

Existen en la provincia del Darién aproximadamente 15 000 hectáreas de bosque puro de Prioria copaifera (Cativo) y alrededor de 15 000 hectáreas de bosque mixto con menor presencia de la misma especie y mezclada con otras latifoliadas, sumando en total unas 30 000 hectáreas, de este valioso bosque. Existen también 170 827 hectáreas de Rhizophora mangle, Rhizophora harrisonii, Rhizophora racemosa y Rhizophora samoensis Mangle rojo) y Pelliciera rhizophorae (Mangle piñuelo). Además en la Provincia de Bocas del Toro existen aproximadamente 60 000 hectáreas de Campnosperma panamensis (Orey) (Servicio de Administración y Desarrollo Forestal, ANAM, 2002).

También existen, más que todo en la Provincia de Darién una diversidad de especies forestales valiosas que definen un Bosque Heterogéneo Maduro “in situ” que cubre una superficie estimada de 16 371,3 kilómetros cuadrados (Miroxylom balsamun, Bombacopsis quinatum, Anacardium excelsum, Cedrela fissilis, Swietenia macrophylla, Carapa guianensis, Platymiscium pinnatum, Peltogyne purpurea, Pithecelobium manguense, entre otras.

El Gobierno panameño es conciente de la importancia de proteger estos recursos y de las graves pérdidas que se sufrirán si no se toman medidas apropiadas para ponerle un alto a esta destrucción, ya que la flora panameña se caracteriza por el intercambio biótico entre la parte Norte de Mesoamérica y con Sudamérica, lo que constituye al Istmo de Panamá como una zona de rica variedad florística, la cual por sus diferencias de clima, suelo y vida silvestre ha originado la clasificación de 12 zonas de vida, sin embargo se reconoce que no se dispone de los recursos económicos y de suficientes conocimientos en el país para hacerle frente a este problema.

Existen en Panamá 1 936 916,41 hectáreas clasificadas como áreas silvestres protegidas con diferentes categorías de manejo (Parques Nacionales, Reservas Forestales, Refugios de Vida Silvestre, Bosques Protectores, Humedales de Importancia, Monumentos Naturales, Parques Naturales, Áreas Recreativas, Áreas Silvestres, entre otras, que poseen una riqueza “ in situ” incalculable.

Figura 2 : sistema nacional de areas protegidas

2.3.2. Actividades de Conservación “Ex situ”

Los recursos forestales de Panamá están constituidos por las formaciones boscosas, tanto naturales como establecidas y por los suelos de aptitud forestal.

La superficie total del territorio de la república de Panamá es de 7 551 690 has, de las cuales en el año de 1992 un total de 3 358 304 has estaban cubiertas por bosques naturales representando estas cifras el 44,4% de la superficie total del territorio nacional (Informe de Cobertura Boscosa 1992 SIG – INRENARE, 1995).

La actividad de reforestación, previa a la promulgación de la Ley de Incentivos a la Reforestación (Ley 24 de 23 de noviembre de 1992 “ Por la cual se establece incentivos y reglamenta la actividad de reforestación en la república de Panamá”), era realizada muy poco por el sector privado del país, con su promulgación y por las virtudes que propicia la misma, se incrementa rápidamente hasta alcanzar a la fecha un total de cuarenta y dos mil ciento veinticuatro hectáreas (42 124 ha).

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