PORQUÉ TODAVÍA NO ME COMPRÉ UN DVD, por Eduardo Galeano.

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Para entender a Papá: MIRANDO TRAS EL ESPEJO, ME ENCONTRÉ ADMIRANDO ENCARIÑADO, A MI VIEJA AFEITADORA ESPERANDO DESDE HACE AÑOS EN UN ESTANTE DEL BAÑO, PARA LA QUE YA NO HAY HOJITAS DE AFEITAR. PENSÉ: NO GENEREMOS BASURA, CON LA QUE NO SEPAMOS QUÉ MÁS HACER… Y VOLVÍ A GUARDARLA.

Pablo Luis Caballero.

Imperdible como siempre, para todos. Con Saludos, Jofi.

Por qué todavía

no me compré

un DVD por Eduardo Galeano.

Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le ocurre agregarle una función o achicarlo un poco.

No hace tanto con mi mujer lavábamos los pañales de los críos. Los colgábamos en la cuerda junto a otra ropita; los planchábamos, los doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar. Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos se encargaron de tirar todo por la borda (incluyendo los pañales). ¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables!

Si, ya lo sé. A nuestra generación siempre le costó tirar. ¡Ni los desechos nos resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando los mocos en el bolsillo y las grasas en los repasadores. Y nuestras hermanas y novias se las arreglaban como podían con algodones para enfrentar mes a mes su fertilidad.

¡Nooo! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra. Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto.

 

Lo que pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las navidades.
¡Guardo los vasos desechables!
¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!

¡Apilo como un viejo ridículo las bandejitas de espuma plástica de los pollos! ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el cajón de los cubiertos!

Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la vida. ¡Es más! ¡Se compraban para la vida de los que venían después! La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, fiambreras de tejido y hasta palanganas y escupideras de loza. Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos cambiado de heladera tres veces.

¡Nos están fastidiando! ¡¡Yo los descubrí. Lo hacen adrede!! Todo se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de fábrica.

¿Dónde están los zapateros arreglando las medias suelas de las Nike? ¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando sommiers casa por casa?

¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista? ¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los talabarteros?

Todo se tira, todo se desecha y mientras tanto producimos más y más basura. El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en toda la historia de la humanidad. El que tenga menos de 40 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño por mi casa no pasaba el basurero!! ¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de……….. años! Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII). No existía el plástico ni el nylon.

 

La goma sólo la veíamos en las ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en San Juan. Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se quemaban.

De por ahí vengo yo. Y no es que haya sido mejor.
Es que no es fácil para un pobre tipo al que educaron en el ‘guarde y guarde que alguna vez puede servir para algo’ pasarse al ‘compre y tire que ya se viene el modelo nuevo’.

Mi cabeza no resiste tanto. Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de celular una vez por semana, sino que además cambian el número, la dirección electrónica y hasta la dirección real. Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para cambiarlo)

Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le dábamos crédito a todo.
Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar(porque éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no sé cómo no guardamos la primera caquita.

¿Cómo quieren que entienda a esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de comprarlo?

En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto.

Y guardábamos. ¡¡Como guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!!

¡Guardábamos las chapitas de los refrescos! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo guardábamos!

Las cosas que usábamos: mantillas de faroles, ruleros, ondulines y agujas de primus.

 

Y las cosas que nunca usaríamos. Botones que perdían a sus camisas y carreteles que se quedaban sin hilo se iban amontonando en el tercer y en el cuarto cajón.

Partes de lapiceras que algún día podíamos volver a precisar. Tubitos de plástico sin la tinta, tubitos de tinta sin el plástico, capuchones sin la lapicera, lapiceras sin el capuchón.

Encendedores sin gas o encendedores que perdían el resorte. Resortes que perdían a su encendedor.

 

Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los encendedores descartables.

 

Y las Gillette -hasta partidas a la mitad- se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del corned beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave.

¡Y las pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.

 

Las cosas no eran desechables. Eran guardables.

¡¡Los diarios!! Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para poner en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para envolver!!. ¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo el diario pegado al trozo de carne!

 

Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para hacer cuadros y los cuentagotas de los remedios por si algún medicamento no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos. Y las cajas de cigarros Richmond se volvían cinturones y posa-mates y los frasquitos de las inyecciones con tapitas de goma se amontonaban vaya a saber con qué intención, y los mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la inscripción a mano en una sota de espada que decía ‘este es un 4 de bastos’.

 

Los cajones guardaban pedazos izquierdos de palillos de ropa (broches) y el ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en un palillo.

Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden ‘matarlos’ apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de no declarar muerto a nada. Ni a Walt Disney.

Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en base y nos dijeron: ‘Cómase el helado y después tire la copita’, nosotros dijimos que sí, pero, ¡minga que la íbamos a tirar! Las pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas.

Las latas de arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las primeras botellas de plástico se tansformaron en adornos de dudosa belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las tapas de bollones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.

Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan y los que preservábamos.

Ah¡ No lo voy a hacer!
Me muero por decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que también el matrimonio y hasta la amistad es descartable.
Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas.

Me muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a hacer.

No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne.

 

No voy a decir que a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a las personas que les falta alguna función se les discrimina o que valoran más a los lindos, con brillo y glamour.

 

Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares.

 

De lo contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente entregar a la bruja como parte de pago de una señora con menos kilómetros y alguna función nueva.

 

Pero yo soy lento para transitar este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la bruja me gane de mano y sea yo el entregado.

 

Hasta aquí.

 

Eduardo Galeano

30 respuestas to “PORQUÉ TODAVÍA NO ME COMPRÉ UN DVD, por Eduardo Galeano.”

  1. MARCELA Says:

    Interesante

  2. francesca Says:

    este articulo no es de Galeano, es un falso!

  3. Galia Todorova Says:

    No se si es de Galeano o no, pero me gusto mucho el articulo.

    A mi tambien me cuesta tirar. Objetos, personas, sentimientos…

  4. Athanatos Belial Says:

    Muy buen articulo sobre todo por lo de las relaciones aunque el autor no se quiere meter es este rollo la verdad es que ahora la mayoria de nosotros los jovenes tomamos las relaciones como un juego mas tardamos en encontrar a nuestra pareja y preparar el matrimonio que llegar al juzgado para el divorcio.

    Yo aun soy de los que piensan igual que el autor del este articulo.

    Salu2

  5. Oscar Oriolo Says:

    La prosa de Galeano es abismalmente diferente a la presentada en ese texto. Por respeto al autor deberían desmetir que es de él.
    No deja de ser un texto simpático, pero no tiene nada que ver con el estilo de Eduardo Galeano.

  6. IPS - Inter Press Service Says:

    El escritor Eduardo Galeano después de enterarse que está circulando en varios medios un artículo que lleva su firma pero no ha sido escrito por él, ha pedido a nuestra agencia, con la que colabora, que lo ayude a hacer llegar este desmentido a dichos medios, ya que está en gira de trabajo y dificultado para hacerlo directamente.

    Cumplimos por lo tanto con transmitirle el desmentido de Galeano -que está adjunto-
    y quedamos a su disposición para toda aclaración que pueda interesarle.

    Pablo Piacentini

    Director
    Servicio de Columnistas de IPS
    Teléfono: +39 06 4827059
    Via Panisperna 207 – Roma, Italia
    ———–
    Yo no escribí el texto que está circulando en Internet, con mi firma,bajo el título «Por qué todavía no me compré un DVD».

    No escribí eso ni nada que se le parezca.

    Sin duda, muchos de quienes lo difunden actuan de buena fe, pero eso no hace más que dar fuerza a mi pedido de que retiren de circulación, de inmediato, esa impostura.

    Las redes de Internet han abierto, sin duda, caminos nuevos para la
    difusión de textos que alimentan la diversidad, pero esos caminos
    están, lamentablemente, llenos de emboscadas.

    Eduardo Galeano

  7. Cronicas marcianas y uruguayas Says:

    Hemos advertido que en vuestra página se ha publicado un texto del escritor uruguayo Marciano Durán con un título y una firma que no se corresponde con el original.

    Desde hace unos días circula por Internet la crónica “Desechando lo desechable” y lo hace con el título “Porque todavía no me compré un DVD”, “Para los de más de 40” y “Ahora todo se tira” con la firma del reconocido escritor compatriota Eduardo Galeano.

    La versión original (sin las modificaciones que sufrió en los últimos meses) se encuentra en la página http://marcianoduran.com.uy y está a disposición vuestra (junto a un par de centenares de crónicas más) sin más requisito para utilizarlas que no modificar su contenido.

    Dpto de Prensa de «Crónicas marcianas y uruguayas»

    http://marcianoduran.com.uy

  8. diasporapoliticachilena Says:

    Hay alguna posibilidad tecnológica, que sea masivamente divulgada de evitar estos plagios ?

    Así como Nicanor Parra y Galeano son distorsionados y expoliados de su nombre, con consecuencias más o menos serias, cada uno de nosotros puede ser distorsionado en pensamiento palabra y obra y manipulada la información. Nuestra (social) credibilidad, único bien con el que contamos,está a merced de aquellos plagiadores que manejan más o mejor los elementos tecnológicos.

    En un intento de mi parte, en una prestigiosa radio universitaria chilena cuyo conductor (Premio Nacional de periodismo) leía el texto plagiado, a quien enteré de la calidad de tal, me respondió diciendo que «el desmentido debía venir del autor. Si éste no lo hacía, por algo sería….»

    Un saludo a todos.

  9. pablo Says:

    -En un intento de mi parte, en una prestigiosa radio universitaria chilena cuyo -conductor (Premio Nacional de periodismo) leía el texto plagiado, a quien -enteré de la calidad de tal, me respondió diciendo que “el desmentido debía -venir del autor. Si éste no lo hacía, por algo sería….”

    quien dijo esta bobada ?, es que no es necesario que el autor lo desmienta, se nota que no es de el,
    el problema es que las personas crean que todo lo que esta en internet es cierto,
    alcanza con leer cualquier texto de Galeano para saber que el jamas pudo escribir eso.
    recuerdo que paso lo mismo con un espantoso poema titulado «instantes» que fue acreditado al excelente escritor Luis Borges y todos los que nunca habían leído a Borges difundieron eso por el mundo, la mujer de Borges (Maria Kodama) tuvo que recorrer medios de prensa y revistas para explicar que eso jamas pudo ser de borges .

    les comento :
    el texto » porque todavía no me compre un DVD » es de Marciano Durán

  10. rosa Says:

    Me gusto mucha esta para reflegsionar mucho.

  11. melanie Says:

    me gusto por que a mi tambien me cuesta tirar algunas cosas

  12. bryan Says:

    es muy interesante pero no podria escribir algo

  13. Mariana Says:

    Este articulo es de los más lamentables que he leído, me parece una falta de respeto que sea atribuido al Gran Galeano… y espero que la persona que lo escribió se interese por leer los textos que verdaderamente son de Galeano a ver si algún día le llega al menos a los talones

  14. Mariana Says:

    Es más, parece sacado de un libro de autoayuda…

  15. facundo123 Says:

    Este texto está bueno: el porqué todavía no me compré un dvd.

    Gracias F por tu buen comentario escueto. Pablo.

  16. ana paula Says:

    este texto esta re demas el cual yo ya me compre un dvd jajaja

  17. Julia Says:

    No es de Galeano este artículo…
    si ya lo sabes, no sigas colaborando en su falsa difusión.

  18. José Luís Méndez Linares Says:

    Me educaron para no desechar nada; me educaron para aprobechar todo. El ciclo consumista está perfectamente diseñado. Por ello, educar en Valores, no es lo más oportuno, estos tambien son desechables en esta sociedad (¿Suciedad?) en la que estamos. A mi me educaron para comer todo lo que había en el plato, no se podía desperdiciar nada. Hoy se tiran toneladas de alimentos y comida diariamente…

  19. magaly Says:

    Hola

    Me gusto «porque todavia no me compre un dvd» independientemente de la autenticidad del texto, creo que el contenido y el mensaje son para la reflexion…el mundo esta evolucionando pero… a que costo?..nos hemos encargado de mejorar las cosas, economicamente…pero se nos olvido analizar el impacto negativo de algo positivo en nuestro vivir

  20. Rosa Carrion Says:

    GALEANO EN SU ESCRITURA, NOS HACE CONOCER UN PASADO Y UN PRESENTE DE LA HUMANIDAD, QUE CADA CUAL JUZGARÁ.. MUY BUENO!!

  21. lili Says:

    pucha como me hizo llorar porque me di cuenta que es algo por lo que lucho hace mucho tiempo, y a veces creo solo ser una loca nostalgica

  22. Pato Says:

    TAmbién me lo mandaron por mail, es bueno el texto pero no es de Eduardo Galeano….desconfiemos de las publicaciones por internet.
    Volvamos a los Libros, irreemplazables, únicos!!!!

  23. bimpi Says:

    sabes largate falcificador biuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu

  24. chock Says:

    gaga bubub como digo bubu senda buscate una web hermana

  25. anacleta petunia soila vaca de toro Says:

    mi hermana dice que son unos mentirosos hasta los cayos

  26. anacleta petunia soila vaca de toro Says:

    me voy a suicidar
    vomito o me largo PPPPPPPPSNIF

  27. thucacheroelnegro Says:

    es muy bueno por k t ase recordar tu pasado y futuro ;»»

  28. fiorela Says:

    es bueno olvidar cosas malas y es mejor vivir el que viene
    pues ay alguien q esta ahi
    para alentarnos y decir tu puedes

  29. yuriko Says:

    eduardo .. eres un gran escritor. y tu obra me hiso reconocer y vivir la vida del campo . d aquellos tiempos.:)

    • FILATINA Says:

      Hola Yuriko! Tu nombre es muy bonito. Debe tener un significado. Tuve una amiga inolvidable en Japón hace unos años con ese nombre, pero perdí lamentablemente el contacto. A qué te dedicás? Suerte! Pablo.

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