jueves, 11 de noviembre de 2010

Planteos militares


La relación con los militares fue el principal problema que debió enfrentar Frondizi. En un comienzo, el sector más antiperonista de las Fuerzas Armadas intento que Frondizi no asumiera la Presidencia, y apenas este asumió, se dedico a conspirar activamente contra un presidente que había llegado al gobierno por los votos peronistas.

Para los altos jefes militares Frondizi debía ser vigilado, no sólo en aquellos asuntos ligados directamente con el funcionamiento de las Fuerzas Armadas, sino también en otras áreas de gobierno como la política económica o las relaciones exteriores.

Además, los militares desconfiaban del estilo audaz e impredecible de Frondizi, consideraban que en el fondo Frondizi era un comunista. Pero, sobre todo, los oficiales de las Fuerzas Armadas no se resignaban a abandonar su papel protagónico en la vida política. Durante su mandato, Frondizi fue objeto de más de treinta “planteos” militares, que no eran otra cosa que presiones para que el presidente adoptara una decisión que algún sector militar consideraba conveniente.

Uno de los últimos y mas importantes planteos militares se produjo a propósito de la Revolución Cubana. El derrocamiento del dictador Fulgencio Batista en 1959 fue bien recibido por todo el continente. La simpatía se disipó bruscamente cuando el nuevo gobierno proclamo su adhesión al marxismo-leninismo y se alineó con la Unión Soviética. La reacción de los Estados Unidos fue de abierta hostilidad, compartida por los jefes militares de todo el continente, que veían confirmados sus mas profundos temores con respecto al avance del comunismo.

La política exterior de Frondizi procuraba mantener un cierto margen de independencia frente a la política norteamericana. Además, Frondizi pensaba que los principales conflictos internacionales de las naciones periféricas debían entenderse como resultado del intento de esas naciones para salir del subdesarrollo, y no como manifestaciones locales del enfrentamiento entre los Estados Unidos y la Unión Soviética.

En el contexto del progresivo endurecimiento de los Estados Unidos frente a Cuba, Frondizi llevó a cabo una audaz maniobra. En agosto de 1961 mantuvo una reunión secreta en la residencia de Olivos con unos de los dirigentes de la Revolución Cubana; el guerrillero argentino Ernesto “Che” Guevara, con el objetivo de mediar extraoficialmente entre los Estados Unidos y Cuba. Pero no tuvo éxito en este intento, y la filtración de la noticia de la entrevista provocó una nueva escalada de planteos militares que a punto estuvieron de culminar con el derrocamiento del presidente.

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