miércoles, 13 de noviembre de 2013

Ganadería Argentina ( Pool de las Carnes)

EL ACUERDO SE FORMALIZA EN EL "POOL" DE LAS CARNES
La reseña anterior se completó con la instalación directa de "SWIFT" y "ARMOUR" en La Plata como expresiones estadounidenses, y la apertura en Zarate de la planta inglesa perteneciente a la "ANGLO SOUTH AMERICAN CO.". Con estas adicciones se integró el plantel de frigoríficos extranjeros que constituyeron, poco antes de la Primera Guerra Mundial, el acuerdo de explotación del mercado de producción argentino que se ha denominado con decoroso eufemismo "el pool de las carnes" y el cual, por sucesivos acuerdos para ajustarse a los tiempos -económicos y políticos-, se repartieron en "cuotas" y a espaldas de las autoridades argentinas, la exportación a la Gran Bretaña de los productos de la ganadería argentina. La evolución de la cuantía de dichas cuotas, expresadas en "cuartos de Chilled vacunos congelados" y según cifras oficiales publicadas por el Ministerio de Agricultura de la Nación y confirmadas por la Junta Nacional de Carnes, entre los años 1.905 y 1.924 evolucionaron por quinquenios en las siguientes cifras:


Gran Bretaña
Estados Unidos
Argentina

Cantidad
%
Cantidad
%
Cantidad
%
1905-1909
5.260.000
49,7
2.470.000
23,3
2.850.000
27,0
1910-1914
6.350.000
33,0
10.860.000
56,4
2.040.000
10,6
1915-1919
10.100.000
38,4
14.720.000
55,9
1.490.000
5,7
1920-1924
12.800.000
41,3
15.460.000
49,9
2.730.000
8,8
Totales
34.510.000
39,6
43.520.000
50,0
9.110.000
10,4


En el examen somero del cuadro se verifica, en primer término y como muy visible, la caída de la posición argentina en la exportación a partir del año del Centenario. Esta caída tuvo su punto más bajo en los años de la Primera Guerra Mundial, cuando la coyuntura económica ha sido considerada, por la investigación tradicional como netamente favorable a la Argentina. Ya cuando en notas anteriores analizamos el petróleo y los cereales, tropezamos con una situación semejante. En segundo lugar comprobamos que luego de adquirido el frigorífico "LA BLANCA" se produjo un avance espectacular de las exportaciones norteamericanas, pero que luego sus porcentajes fueron disminuyendo mientras aumentaban los ingleses, tendiendo a producirse una nivelación del mercado. En su conjunto el cuadro demostraría con sus cifras reales la preponderancia Norteamericana en los embarques.  Pero como el comprador único era Gran Bretaña, su mano estuvo el arma para formalizar un acuerdo que permitiera dividirse la exportación argentina fuera del juego de la oferta y la demanda, es decir, que el aumento del consumo en Inglaterra no incidía en un incrementó del precio en las haciendas en la  Argentina. Este acuerdo -el llamado "Pool"- se pacto presumiblemente el 1o de enero de 1912 y adjudicó el 41,35% a los norteamericanos, el 40, 15% a los ingleses y el 18,50% a los argentinos. Para entonces todavía el "FRIGORÍFICO ARGENTINO" funcionaba. Para comprender estas cifras debe tenerse en cuenta que, como en todos los acuerdos monopolistas, siempre el punto de partida lo constituye la posición que cada uno tiene ya conquistada en el mercado y que lo básico en discusión y sobre lo cual se toman acuerdos, es la forma como se distribuirán en el futuro los aumentos de consumo, en este caso la producción de los frigoríficos que abastecían a la Gran Bretaña. Si el cuadro anterior lo estudiamos desde otro ángulo y ordenamos sus cifras teniendo en cuenta la forma como se repartieron los aumentos entre uno y otro quinquenio, la situación será bastante clara:           
DISTRIBUCIÓN DE
LOS AUMENTOS

Aumento
Gran Bretaña
Estados
Unidos
Argentina

sobre
*





Período
período
Cantidad
%
Cantidad
%
Cantidad
%

anterior






1910-1914
+ 8.670
+ 1.090
10,9%
+ 8.390
96,7%
-    810
- 9,0%
1915-1919
+ 7.060
+ 3.750
53,1%
+ 3.860
54,6%
-    550
- 7,7%
1920-1924
+ 4.680
+ 2.700
57,6%
+    740
15,8%
+ 1.240
26,6%


El cuadro ahora, que expresa en miles de toneladas, muestra cómo el "Pool" concertado en 1.912 cortó el avance norteamericano y logro en el quinquenio de la Primera Guerra Mundial un reparto del aumento de la producción mitad por mitad entre Inglaterra y los Estados Unidos, incluso absorbiendo una parte de la disminución de exportación argentina.

LOS ACUERDO SIGUIENTES
En abril de 1.914 se discutió en Chicago un nuevo acuerdo que involucró también ahora a los frigoríficos instalados en el Uruguay: el "SANSINENA" del grupo inglés y los "SWIFT" y "ARTIGAS" propiedad de la firma norteamericana MORRIS AND CO. El acuerdo fijó aproximadamente un 50% para cada grupo, pero sujeto a periódicos ajustes realizados por los interesados, especialmente sujetos a la disponibilidad de bodegas marítimas. De esta manera adquirieron "establishment" definitivo las tituladas conferencias de fletes.
En la publicación titulada "Comercio de Carnes", editada en tres tomos por el Ministerio de Agricultura en 1.923, se confesaba paladinamente: "En la conferencia se reúnen todos los gerentes de todas las compañías cada semana o cada quince días más o menos y es donde se trata el precio de fletes, nuevos contratos en común para el continente, seguros, etc., y así dejan establecido el porcentaje que le toca a cada uno".
De esta forma la "Conferencia", verdadero organismo regulador de un manifiesto "Trust", se aceptaba como un cuerpo de existencia normal y permitido legalmente.  Al ministro del ramo, Dr. Tomas Le Bretón, se le había olvidado seguramente la actuación de la Cámara de Diputados de la Nación, del cual formaba entonces parte, cuando designo una "Comisión Especial Investigadora de los Trusts", cuyo informe final tuvo en sus manos editado por J.L. Rosso en el año 1.919.
El ACUERDO de 1.914 tuvo vigencia hasta 1.925, cuando los norteamericanos exigieron una mayor cuota pretextando la instalación del frigorífico "SWIFT" en Rosario. El nuevo convenio, que comprendía los establecimientos uruguayos mencionados, ahora también incluía los estadounidenses "SWIFT" y "ARMOUR" de la Patagonia. Con estos agregados las firmas yanquis consiguieron adjudicarse el 55% de las exportaciones, como cantidad básica sujeta al examen periódico de la Conferencia de Fletes.
La existencia sin trabas del "Pool" en la Argentina permitió presionar conjuntamente para contener los precios de la ganadería nacional, fuera cual fuera la demanda consumidora. Como por otra parte el mercado consumidor de la Gran Bretaña también se encontraba "trustificado", el dominio de los dos extremos de la cadena permitía a las firmas interesadas regular a voluntad el margen de sus ganancias. De esta suerte los beneficios que podían acordarse de un extremo -ahora el productor argentino-, manteniéndose siempre intangible la ganancia básica. He aquí la razón que explica suficientemente el interés oficial del gobierno de la Gran Bretaña en mantener sin modificaciones el sistema del "Pool" e, incluso, presionar diplomáticamente para que no fuera molestando, contando, claro está, con la complicidad de ciertos pro-hombres argentinos.
LA PRESIÓN APAREJA LA CRISIS
Como es fácilmente comprensible, el sistema descripto no conformaba sino a un sector de la larga cadena ganadera. Mientras la Primera Guerra Mundial mantuvo en alza el valor de las carnes exportadas por los frigoríficos extranjeros, la oligarquía ganadera se mantuvo conforme y, en consecuencia, inactivas las representaciones parlamentarias que le eran adictas. No se consideraba necesario legislar sobre el tema en momentos en que la libra de carne limpia de novillo "Chilled" había ascendido en el mercado de Liniers, de $ 0,20 m/n en 1.913 a $ 0,323 m/n en 1.919. Pero a partir de este año los precios iniciaron un descenso continuo y en el año 1.923, cuando ese precio llegó a solo $ 0,182 m/n, en el Congreso Nacional comenzaron a materializarse las primeras preocupaciones. El tono de esos debates, en cuanto toca a la posición del ganadero bonaerense, puede deducirse de las palabras que pronunciara el 15 de enero de 1923 en el seno de la "Comisión Especial de Asuntos Ganaderos"' el señor diputado Matías G. Sánchez Serondo, promotor de las leyes en discusión:
"Aunque esto moleste a nuestro orgullo nacional, si queremos defender la vida del país, tenemos que colocarnos en la situación de colonia inglesa en materia de carnes. Esto no se puede decir en la Cámara, pero es la verdad. Digamos a Inglaterra: nosotros los proveemos a ustedes de carne, pero ustedes serán los únicos que nos proveerán de todo lo que necesitemos: si precisamos maquinas americanas, vendrán de Inglaterra"

Matías Sánchez Sorondo era ministro del interior de Uriburu, intentó sin éxito impulsar un reformaelectoral que sustituyese laLey Saenz -Peñay restringiese el sistema de democracia representativa

El diputado Sánchez Sorondo, peso a las molestias que pudiera sufrir el orgullo nacional, pretendía ingenuamente obtener ventajas enfrentando a Inglaterra con los Estados Unidos cuando ambas naciones marchaban del brazo en un perfecto acuerdo en las "Conferencias de Fletes". Con la peligrosa implicancia que el tal enfrentamiento suponía la colonización completa al entregar el monopolio de las importaciones a Gran Bretaña, con lo cual se le entregaba el país atado de pies y manos confiando, únicamente, en su buena fe. En este tono se trataron y aprobaron las leyes No 11.226 y N° 11.228 que crearon el "Contralor del comercio de Carnes" y regularon la 'Venta de Ganado al Peso Vivo", cuyos efectos veremos más adelante.
RESUMEN DE CONCLUSIONES
En el período que hemos considerado quedan firmes tres conclusiones que configuran los tres principios básicos que rigieron el comercio de carnes, en el cual la Argentina intervenía como abastecedora de los consumos de la Gran Bretaña.
Que los capitales británicos y yanquis se pusieron de acuerdo para dividirse sin competencia la exportación de las carnes argentinas, adjudicándose, sin intervención de ninguna autoridad, cuotas y porcentajes, fijando el monto de seguros y fletes y disponiendo de las bodegas a su arbitrio, configurando en conjunto una verdadera actividad monopolista que tuvo su organismo directivo en las "Conferencias de Fletes" constituidas por los gerentes de las empresas y que se reunían periódicamente para cumplir las finalidades indicadas.
Que la selección de calidades que efectuaron para la exportación significó una total segregación de la ganadería bonaerense del resto de la ganadería nacional e hizo a esos ganaderos una clase privilegiada cuyo interés particular confundió con el interés nacional.
Que asimismo, la unión de tales capitales actuó sin interferencias en el mercado consumidor de la Gran Bretaña, cuyas ventas al detalle se encontraban acaparadas por la firma inglesa "VESTEY HERMANOS" propietaria de seis mil carnicerías y las compañías norteamericanas "FLETCHER" y "WEBEL".
Como es lógico, la integración de estos capitales en una unidad que actuaba como capital internacional, superando cualquier oposición o competencia de banderas, les permitió erigirse en compradores únicos de la producción ganadera argentina exportable y en vendedores únicos en el mercado consumidor británico, asegurándose, en esta doble acción, una permanente diferencia de precios que ponía a cubierto de toda contingencia el monto de sus ganancias. Esta acción combinada -y tolerada por las autoridades de ambos países-, completamente contraria a la tan pregonada libertad de comercio, actuó siempre presionando y conteniendo los precios de la ganadería rioplatense y quebrando la ley de la oferta y la demanda.
Transformando este capital internacional en árbitro de los precios, su voluntad fue la ley respetada por la clase ganadera bonaerense, tradicional dirigente de la República, y como consecuencia, visible y notoria, la creciente desnacionalización de la conciencia argentina de esa clase y su acentuada inclinación a considerar sin repugnancia una factible "colonización".
En esta acción monopolista, concertada con toda deliberación por el Reino Unido, los aumentos de la producción argentina, sin perjudicar las ganancias de los frigoríficos, redundaron en beneficio del consumidor inglés. La comparación de precios y consumos en el decenio 1.921 a 1.930 lo pone claramente de manifiesto.

Quinquenio
Precio Medio p/tonel SMITHFIELD    Bs. Aires
Diferencia de Precios
Tonelaje Exportado
Utilidad de los frigoríficos
1921 - 1925 1926-1930
$664 $626
$409 $408
$255 $218
1.460.000 1.980.000
$ 372.300.000 $431.640.000
Las cifras demuestran que el aumento de la producción argentina se tradujo en un notorio beneficio para el consumidor inglés, sin que por eso se alteraran las ganancias de los exportadores, los cuales, por el contrario y para encubrir la situación, podían demostrar que trabajaban con menor margen en la diferencia de precios entre ambos mercados. En cambio y durante esos diez años se mantuvo estacionario el precio de las carnes en la Argentina, creando artificialmente el problema que se ha denominado "la crisis ganadera", como si fuera una crisis de producción cuando, en realidad era una flagrante crisis de dependencia. Por ello la ineficacia de las leyes 11.226 y 11.228 que pretendieron aportar soluciones de orden económico a un problema cuyo trasfondo era netamente político.

EL ACUERDO SE FORMALIZA EN EL “POOL” DE LA CARNE


            La reseña anterior se completo con la instalación directa de “SWIFT” y “ARMOUR” en la Plata como expresiones estadounidenses, u la apertura en Zarate de la planta inglesa perteneciente a la “ANGLO SOUTH AMERICAN CO”. Con estas adiciones es integro el plantel de frigoríficos extranjeros que constituyeron, poco antes  de la Primera Guerra Mundial, el acuerdo de explotación del mercado de producción  argentino que se ha denominado con decoroso eufemismo “el pool de la carne” y el cual, por sucesivos acuerdos para ajustarse a los tiempos, se repartieron en cuotas y a espaldas de las autoridades argentinas, la exportación a la Gran Bretaña de lo productos de la ganadería argentina.  La evolución de la cuantía de dichas cuotas, se expresa en “cuartos de Chilled vacunos congelados” y según cifras oficiales publicadas por  el Ministerio de Agricultura de la Nación y confirmadas por la Junta Nacional de Carnes entre los años  1.905 y 1.924 evolucionaron por quinquenios las cifras.

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