WARNING:
JavaScript is turned OFF. None of the links on this concept map will
work until it is reactivated.
If you need help turning JavaScript On, click here.
Este Cmap, tiene información relacionada con: la cultura de la memoria, 3. La literatura de la memoria Es Frente a la construcción de estas «memorias oficiales», la literatura y el testimonio personal puede convertirse en una forma subversiva y de resistencia cultural capaz de transmitir aquello que se quiere ocultar o manipular. Y es que, como ha señalado Milan Kundera (2003: 10), «la lucha del hombre contra el poder es la lucha de la memoria contra el olvido»., LA CULTURA DE LA MEMORIA Javier Sánchez Zapatero 2. El control de la memoria, 1. La dimensión social de la memoria Son Tanto los términos «memoria histórica» y «memoria colectiva» como todas las acciones que su materialización lleva aparejada hacen referencia a una capacidad memorística que trasciende los límites del individuo y que, por tanto, tiene como sujeto a un colectivo. La concepción de las sociedades como entes dotados de idénticas facultades y carencias que los seres humanos procede de las teorías organicistas de Emile Durkheim y es la base sobre la que su discípulo y seguidor Maurice Halbawchs sustentó su teoría sobre la dimensión plural de la memoria., LA CULTURA DE LA MEMORIA Javier Sánchez Zapatero 1. La dimensión social de la memoria, LA CULTURA DE LA MEMORIA Javier Sánchez Zapatero 3. La literatura de la memoria, 2. El control de la memoria Es Recordar siempre una selección que se lleva a cabo teniendo en cuenta las construcciones mentales, sociales y culturales. El carácter selectivo de la memoria implica el surgimiento del olvido, convertido así en correlato complementario y necesariamente dotado de sus mismas características colectivas. Si las estructuras sociales, políticas y culturales que rodean a un individuo condicionan su recuerdo, también influirán, consecuentemente, en sus procesos de olvido. El grupo aporta al individuo «un entorno […] que favorece el desarrollo de imágenes específicas y un entorno persistente» (Shotter, 1990: 145), formado por instituciones o políticas culturales, que contribuye a su fosilización —que conlleva siempre, al centrarse en una serie de contenidos, la omisión de otros—, orientando en una determinada dirección los procesos cognitivos y memorísticos de los individuos.